Uno de los pasos más importantes a la hora de planificar una campaña efectiva de marketing digital es, además de conocer el perfil de nuestro público objetivo, cómo le vamos a hacer llegar el contenido, el email marketing. Cuando esto se plantea en un formato físico, la realidad es que existen muchas y variadas soluciones que tienen que ver directamente con la simple interacción con el entorno de manera pasiva. Sin embargo, la atención en medios digitales está mucho más concentrada y repartida a la vez.
Existen gran variedad de estudios acerca de captar la atención de los usuarios, y muchas veces esto se consigue con títulos atractivos y sugerentes, expresiones impactantes o palabras que los sorprendan. Incluso la posición que un anuncio o un contenido ocupa es fundamental. En el medio digital, a diferencia del mundo físico, las herramientas que se utilizan son muy diferentes, como el posicionamiento SEO o la gestión de redes sociales. Una de las formas más efectivas de promocionarse es a través del email marketing.
Sin embargo, y a pesar de la efectividad de esta técnica, hay que tener muy presente una línea delgada y fácilmente olvidable; esa que separa el email marketing del SPAM. Si es la primera vez que escuchas sobre esto, en este artículo vamos a ver qué diferencias existen entre ambos, cómo evitarlas y cómo sacarle el máximo partido.
Índice de contenidos
Qué beneficios aportan las campañas de email marketing
La base del email marketing es la interacción y el contacto directo con los posibles usuarios objetivos de una producto o marca. Sobre este principio se asientan muchas de las técnicas de la creación de contenidos y de las campañas de marketing digital. Pero aquí se apuesta por el trato directo con el posible público a través del correo electrónico. Se trata de una herramienta de comunicación muy potente. Pues revisar el correo es una de las acciones que más se repiten a lo largo del día de cualquier persona.
Si tenemos en cuenta esto, podemos asegurar que una campaña que se enfoque en mandarle información útil e interesante al posible comprador, para ofrecerle descuentos o promociones —así como cierta exclusividad en cuanto a contenidos o productos—. Es una gran manera de generar confianza y fidelizarlos. De hecho, muchas marcas suelen enviar newsletters, o boletines de noticias, a aquellas personas que lo soliciten o que estén suscritas a la marca.
Distínguete del SPAM
Viendo lo efectiva y potente que son las prácticas de email marketing, podríamos decir que son óptimas para cualquier empresa. Pero aquí aparece la línea que mencionábamos antes. Y es que muchas marcas y compañías, generalmente de dudosa reputación, suelen promocionarse de manera muy activa y descontrolada a través del envío masivo de correos y mensajes. Esto se conoce como SPAM, y es considerada una de las prácticas más abusivas del medio digital.
Grosso modo, el SPAM se define como cualquier tipo de comunicación masiva —en el mundo digital— que se reciba sin haber sido solicitada. Los continuos anuncios que nos saltan al navegar por cualquier sitio web son un ejemplo de este tipo de comunicación, pero la forma más extendida es a través del correo electrónico. Y, aunque sea una práctica relativamente inofensiva, es ilegal en diferentes países.
¿Qué diferencia ambas prácticas? Muy sencillo: ser solicitada. Esa sería la diferencia principal, pero existen otros mecanismos para identificarlas. El medio digital ofrece, al igual que el mundo físico, muchas maneras de saber cuándo estamos ante un posible intento de estafa. Estas consideraciones son 3 muy comunes que conviene que sepas:
1.- Cuidado con el texto
Una de las maneras más efectivas de saber cuándo estamos ante un correo basura —otra de las denominaciones del SPAM— es su ortografía. Un trabajo concienzudo de copywriting prestará especial atención a la composición del texto, por lo que los errores lingüísticos suelen ser indicativo de correo no deseado.
2-. Adjunta documentos pertinentes
Es común que este tipo de correos incluyan archivos o contenidos que poco o nada tengan que ver con lo que expresan, así como enlaces a sitios web potencialmente peligrosos para nuestros datos. No es obligatorio que los mensajes que diseñemos deban adjuntar documentos extra —a no ser que sea necesario—, pero en caso de hacerlo, estos deben aportar un valor extra y estar relacionados con el texto en sí.
3.- Define claramente tu dirección de correo
Lo primero que se observa cuando recibimos un correo, además del asunto, es el remitente del mensaje. Una de las prácticas más repetidas es que estos envíos tienden a utilizar cuentas de servicios genéricas —servicios de mailing o correos generados en plataformas de uso general—. Para evitar posibles confusiones, lo ideal es que nuestra dirección sea legítima y reconocible.
Cuenta con un buen copywriter
Como has comprobado, la diferencia principal entre una buena campaña de emailing o la consideración de SPAM es la forma. Y con la forma queremos referirnos a la impresión que transmite al usuario: un texto bien redactado, atractivo y sugerente son las claves para que una campaña de estas características tenga éxito.
Del mismo modo que se cuidan los contenidos para su publicación, la creación de estos de cara al público requieren una mayor atención.El motivo es sencillo, porque hablamos de clientes que se han interesado por nosotros, y por eso mismo merecen esos detalles. Quieren saber de ti y de lo que ofreces; no cruces la línea y sírvete de las ventajas que te puede ofrecer combinar el copywriting con el email marketing.